INTRODUCCIÓN
El yacimiento de Ullastret se compone de tres espacios distintos: el Puig de Sant Andreu, l’Illa d’en Reixac y la necrópolis. El Puig de Sant Andreu es una colina fortificada que forma la parte principal del oppidum (asentamiento fortificado).
Está situado en una posición estratégica y está rodeado por una impresionante muralla defensiva.
En su interior, se encuentran estructuras residenciales, áreas de almacenamiento, talleres y espacios públicos. Estas estructuras proporcionan evidencia de una sociedad organizada y compleja que habitaba en el oppidum.
Por otro lado, l’Illa d’en Reixac es un área adicional dentro del yacimiento, sin excavar aún. Aunque más pequeña que el Puig de Sant Andreu, también contiene estructuras residenciales y espacios relacionados con la vida cotidiana de la antigua ciudad ibérica.
Son en realidad dos ciudades paralelas. La necrópolis, ubicada en las proximidades del oppidum, es un área dedicada al enterramiento de los difuntos. Aquí se encuentran tumbas individuales y colectivas, así como elementos como estelas funerarias que proporcionan información valiosa sobre las prácticas funerarias y las creencias de la sociedad ibérica.
En la actualidad no hay nada que visitar.
INFORMACIÓN ESENCIAL
- Tipo de yacimiento: Oppidum Ibérico (asentamiento fortificado).
- Estado: El yacimiento se encuentra en un excelente estado de conservación. Se considera que junto a Ampurias en L'Escala, son los mejores conservados en todo Cataluña.
- Habitantes en su apogeo: Como Dipolis, Ullastret consistía en dos ciudades conectadas. Se estima que en su momento de máximo esplendor, la población alcanzó hasta 6000 habitantes (4000 en el Puig de Sant Andreu y otros 2000 en la Illa d’en Reixac), lo cual refleja la importancia y el tamaño de Ullastret como un centro urbano significativo en la época ibérica
CÓMO VISITAR
- Ubicación y Cómo Llegar: Ullastret se encuentra en la comarca de Baix Empordà. Para llegar al yacimiento, se puede acceder en coche a través de la carretera GI-651 desde la localidad de La Bisbal d'Empordà.
- Dirección: c/ Afores s/n Puig de, 17114 Ullastret, Girona
- Google Maps: Ciutat Ibèrica d'Ullastret
- Estacionamiento: El yacimiento cuenta con este servicio en las afueras del establecimiento.
- Entradas: General 5€, reducida 3€, menores de 16 años y parados gratuito.
- Horarios: Por lo general cierra solamente los lunes y los días festivos con un horario de 10-18h, ampliando ese horario hasta las 20h en verano. Consultar en la web oficial.
- Guías y Actividades: Dispone de audio guías (versión infantil y adulto) aunque también se pueden descargar los audios a través de QR en el móvil. Los paneles están en catalán, castellano e inglés. Se pueden contratar actividades (ver web del MAC Ullastret).
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La ciudad de Ullastret estuvo ocupada desde la época calcolítica, alrededor del 2500 a.C. En el siglo VI a.C., se inició el Oppidum Ibérico, que alcanzó su apogeo en el siglo II a.C. Sin embargo, con la llegada de los romanos en el siglo I a.C., la región perdió gradualmente su autonomía y la ciudad fue abandonada en su totalidad. Es importante destacar que no hubo destrucción de la ciudad por parte de Roma. Posteriormente, entre los siglos IX o X d.C., se erigió un castillo amurallado carolingio sobre las ruinas del oppidum, y aún se pueden encontrar restos de este castillo frente al museo.
PALEOPAISAJE
Hace 2500 años, en la región de Ullastret, se encontraban dos impresionantes ciudades amuralladas rodeadas por una vasta extensión de lagos y humedales. La ciudad principal se asentaba en la orilla de uno de estos lagos, ofreciendo un impresionante paisaje acuático. Al lado la ciudad vecina, en una isla conectada con la orilla, que emergía majestuosa rodeada por las tranquilas aguas. Esta isla proporcionaba vistas panorámicas del entorno circundante y un lugar estratégico para la defensa.
La región estaba cubierta por densos bosques de encinas y robles, con un sotobosque de matorrales y hierbas aromáticas como el tomillo y el romero. Estos bosques albergaban una rica fauna, incluyendo ciervos, jabalíes, lobos y diversas aves rapaces, que coexistían en este ecosistema próspero.
Paralelo a la ciudad principal, se alzaba el imponente Puig de Sant Andreu, una colina prominente a 500 metros de distancia, que albergaba la necrópolis de la región. Este monte no solo servía como lugar de enterramiento, sino también como punto de observación y vigilancia.
Los habitantes de Ullastret aprovechaban al máximo los recursos acuáticos. Navegaban por los lagos y humedales en pequeñas embarcaciones de madera, utilizando redes y anzuelos para pescar. Las aguas abundaban en peces y moluscos, que eran una parte importante de su dieta.
PUNTOS DE INTERÉS
Además de las estructuras defensivas, se pueden observar restos de viviendas, silos, calles empedradas y otros elementos que dan testimonio de la vida en la antigua ciudad ibérica.
- Murallas: El oppidum ibérico de Ullastret cuenta con impresionantes murallas defensivas que rodean el recinto amurallado. Puedes recorrer sus tramos y apreciar la arquitectura y solidez de estas fortificaciones antiguas. Le acompaña un fosar de 10 metros de anchura por 4 metros de alto (en excavación).
- Silos: Dentro del yacimiento, se han descubierto silos, que eran estructuras subterráneas utilizadas para almacenar alimentos, como cereales y legumbres. Se han hallado por el momento más de 200 silos.
- Palacio de 500 m2: En el interior del oppidum, se encuentra un palacio de gran tamaño que indica la presencia de una élite social y política en la antigua ciudad. Este palacio es un testimonio del poder y la organización de la sociedad íbera en Ullastret.
- Olivos milenarios: En los alrededores del yacimiento, se pueden visitar olivos que datan de más de 2000 años y que fueron plantados durante la época íbera.
En el museo podemos se debe destacar la Sala inmersiva 3D: Una experiencia audiovisual que sumerge a los visitantes en la historia y el contexto del yacimiento, brindando una visión más completa de la antigua ciudad y su cultura. Cuenta con unas gafas de realidad virtual (VR).
HALLAZGOS SIGNIFICATIVOS
Con un gran patrimonio, este yacimiento cuenta con grandes piezas que se encuentran conservadas, cuidadas y en exposición, en el museo del establecimiento.
- Vaso de los caballos: Una notable pieza de cerámica que representa a un jinete montado sobre un caballo que sostiene las riendas de otro caballo. Este vaso revela la importancia de los caballos en la sociedad íbera y su relación con la habilidad y el poder.
- Carta comercial ibérica sobre plomo: Un valioso documento que muestra las transacciones comerciales y económicas de la época.
- Inscripción en plomo: Se trata de un tipo de texto votivo, mágico o sagrado. Estas inscripciones en plomo eran comunes en contextos religiosos y se utilizaban para realizar peticiones, bendiciones o incluso para proteger contra influencias negativas.
- Ritón en forma de toro con inscripción ibérica: Un recipiente ceremonial utilizado para verter libaciones en honor a los dioses. Este ritón muestra la práctica religiosa y los rituales asociados con la veneración divina
- Cráneo atravesado por un clavo: Este ritual implicaba tomar los cráneos de los enemigos vencidos después de un combate, y fijarlos en estructuras como muros o patios para exhibirlos como trofeos de guerra. Esta práctica formaba parte de la cultura y las tradiciones de los pueblos galos mediterráneos y tribus íberas del norte de la actual Cataluña, y tenía como objetivo demostrar poderío y honrar la valentía en el combate.
- Máscaras de terracota de Deméter: Representaciones de la diosa griega de la agricultura, sugiriendo una posible influencia de la mitología griega en la cultura íbera y su conexión con deidades locales.
- Terracota de Bes: Figuras que representan al dios griego que protege el hogar y los niños, así como el amor y el placer sexual.
- Máscara de terracota de Gorgona: En la mitología griega, las gorgonas eran seres antiguos y temibles. La más famosa de ellas era Medusa, quien poseía una mirada que podía petrificar a quienes la contemplaran. Se decía que las gorgonas tenían cabellos de serpientes, alas de oro y colmillos de jabalí. Eran consideradas como deidades protectoras y su imagen se utilizaba en diferentes lugares, como templos y cráteras de vino, con el propósito de propiciar su protección. La presencia de la gorgona en el templo mayor sugiere que servía como un símbolo de salvaguardia, ahuyentando a los malos espíritus y ofreciendo protección a aquellos que adoraban en el lugar sagrado.
MISTERIOS
Se ha llevado a cabo una incansable búsqueda para encontrar la capital de los Indiketes, conocida como Indika. Muchos investigadores han sugerido que esta ciudad podría estar ubicada en Ullastret o se han planteado la posibilidad de que haya estado en Ampurias. Sin embargo, hasta el momento no existen pruebas concluyentes de la existencia de una capital indikete.
No se han encontrado registros que mencionen directamente una capital o entidad política con ese nombre en relación con los Indiketes. Aunque en las monedas se pueden leer inscripciones como “untikesken”, que significa “de los indiketes” o “los de indika”, es posible que Indika simplemente se refiera a una región en lugar de una capital específica.
Es relevante considerar que en la cultura ibérica, es común que las tribus sean nombradas en relación a una ciudad en particular, la cual puede ser considerada su capital. Esto podría respaldar la teoría de la existencia de una ciudad llamada Indika como posible capital de los indiketes.
Es plausible que los Indiketes no tuvieran una capital centralizada en el sentido tradicional, sino que se organizaran como una confederación o agrupación de asentamientos independientes. La falta de evidencia contundente ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que nunca existiera una capital claramente definida.
El enigma de la capital de los Indiketes continúa sin resolverse. Quizás en el futuro se descubran nuevos hallazgos que arrojen luz sobre esta antigua ciudad, o tal vez estemos caminando por sus ruinas sin siquiera saberlo. La búsqueda y el misterio persisten, alimentando nuestra curiosidad sobre la historia perdida de los Indiketes.
La práctica de cortar cabezas y exhibirlas como trofeos de guerra fue común en diversas culturas antiguas, incluyendo algunas tribus celtas y las tribus íberas del norte de Cataluña. Después de una batalla, los guerreros cortaban las cabezas de sus enemigos vencidos y las transportaban a sus residencias, donde las exhibían en las fachadas, porches o patios.
Esta práctica tenía un significado simbólico y ritual, ya que se creía que el espíritu del enemigo quedaba aprisionado en la cabeza y su exhibición era una forma de mostrar el poder y la valentía del vencedor. Esto demuestra que además de influencias griegas los indiketes también recibieron gran influencia celta.
La ciudad doble, también conocida como dípolis, era una forma de organización urbana característica de algunas sociedades antiguas. Consistía en dos ciudades conectadas entre sí por una pasarela o puente. Cada ciudad funcionaba de manera autónoma pero compartían recursos y establecían lazos comerciales y culturales.
Este tipo de estructura era común en algunas civilizaciones, como los antiguos griegos y los iberos. En el caso de Ullastret, se considera que Puig de Sant Andreu y la Illa d’en Reixac conformaban una dipolis. Esta forma de organización permitía una mayor cooperación y defensa mutua entre las dos ciudades, contribuyendo al desarrollo y prosperidad de la región.
RECURSOS ADICIONALES
- Bienvenidos a Ullastret (YouTube):
- La Ciudad Ibérica de Ullastret en 3D (YouTube):
- Un castillo carolingio en Puig de Sant Andreu (YouTube):